En alguna ocasiones el lugar en donde nos encontramos cuenta con poca luz, ya sea porque es un espacio cerrado, o es una fotografía nocturna.
Por lo general, lo que hacemos es subir el ISO de nuestra cámara para que entre mayor cantidad de luz; sin embargo, corres un riesgo al hacer esto: ruido en tus fotografías.
¿Qué es el ruido?
Para poder hablar de ruido, tenemos que hablar de la película fotográfica, ésta es una emulsión sensible a la luz, contiene nitrato de plata el cual está sobre una capa plástica. Estas capas plásticas son de sales de plata, tienen diversos tamaños de cristal, responsables de la sensibilidad de la película.
Cuando esta película esta en una exposición con luz controlada la imagen queda grabada en ella; sin embargo, cuando se aumenta la sensibilidad (el ISO) de la película. Se obtiene una imagen de mayor tamaño.
¿Qué sucede con las cámaras digitales?
En las cámaras digitales sucede un proceso parecido al de las cámaras análogas, en estas la cantidad de “ruido” que generan en la imagen ante una sensibilidad alta, es igual al “grano” generado en la fotografía de cámara análoga.
El ruido en una imagen de cámara digital es más notorio en las secciones de color uniforme, al igual que en las sombras, por ello, en la fotografía nocturna es más fácil observar el ruido, y es más notorio cuando la exposición de la imagen es larga.
Todas las cámaras digitales modernas cuentan con procesadores de imagen que reducen el ruido en las fotografías; sin embargo, el ruido puede aparecer cuando se fuerza la entrada de luz del sensor de la cámara mediante el ISO,.
Una ventaja en la fotografía digital es que existen programas de edición de imagen que ayudan a reducir el ruido digital de forma casi natural.